Es una enfermedad caracterizada por dolor musculoesquelético crónico asociado a fatiga, cansancio matinal, alteraciones del sueño, sensaciones de rigidez en las manos al levantar y alteraciones psicológicas o de personalidad.
Estos síntomas se acompañan de los llamados “puntos dolorosos”, que son áreas anatómicas en las cuales se ocasiona dolor cuando se ejerce presión sobre las mismas. Los “puntos dolorosos” los encuentra el médico cuando la examina y le sirven para confirmar el diagnóstico en una persona con sospecha de fibromialgia.
No existe ninguna prueba de laboratorio o de imágenes para el diagnóstico de esta enfermedad; y hasta el momento actual se identifica a la fibromialgia mediante la evaluación de los síntomas y el examen que el médico le realiza.
La fibromialgia tiene un impacto personal, familiar, social y económico importante. Los síntomas de esta enfermedad afectan la vida personal y el estado de bienestar de los pacientes; la limitación para las actividades personales y laborales derivadas del dolor crónico, fatiga y cansancio característicos de esta entidad, contribuyen de manera importante a la discapacidad que experimentan. En ocasiones la falta de un diagnóstico que explique sus molestias y la cronicidad de los síntomas, repercute de manera importante en las diferentes áreas en las cuales estos pacientes se desenvuelven.
Otro aspecto importante es la reducción de la capacidad laboral de la persona afectada, tanto para el trabajo físico como para las labores que requieran de concentración mental, lo cual puede reducir la generación de ingresos. La discapacidad, el ausentismo laboral y la pérdida de horas de trabajo reducen la productividad e incluso algunos pacientes tienen que abandonar su trabajo o modificarlo mientras sea posible.
Fibromialgia se asocia también con una restricción en las actividades recreativas, lo cual conjuntamente con la carga económica familiar que demandan sus cuidados, pueden alterar el entorno familiar y deteriorar las relaciones con los parientes cercanos.
Es necesario considerar que el manejo de la fibromialgia debe ser multidisciplinario, en el cual debe de incluirse medidas de terapia física y soporte psicológico además del tratamiento farmacológico. Finalmente el manejo debe de ser individualizado y se debe considerar que cada paciente puede requerir estrategias terapéuticas diferentes para optimizar su respuesta al tratamiento.
La interrogante que permanece aún sin respuesta es ¿Por cuánto tiempo se debe tratar fibromialgia?, no existe ninguna recomendación formal y hasta el momento actual nos basamos en la respuesta de cada paciente individual.
La interrogante que permanece aún sin respuesta es ¿Por cuánto tiempo se debe tratar fibromialgia?, no existe ninguna recomendación formal y hasta el momento actual nos basamos en la respuesta de cada paciente individual.
